martes, 28 de octubre de 2014

¡Ay democracia!

¿Recuerdan ustedes aquella canción de Javier Krahe que empezaba diciendo “Me gustas democracia porque estás como ausente”? Sería por ser el mejor análisis político con música…
Verano de 2014, París. ¡No Pasarán! Foto, MGS 
¡hey…chachachá! de una democracia secuestrada.
La constitución de 1978 blindaba la vida política a los partidos, excluyendo del poder legislativo al ciudadano, al pueblo, que es el único soberano.
Aquél pacto constitucional firmado sobre una caja de pino, ruido de sables y una ronda de café para todos y todas, sentaba las bases de lo que treinta y seis años después son unas castas políticas en descomposición.
La Segunda Transición Borbónica que estamos viviendo se ha llevado por delante al Jefe del Estado y, sin duda alguna, también se llevará a sus cortesanos y cortesanas. Las castas Juancarlistas, virreyes en las empresas multinacionales que ellos mismos privatizaron, son percibidas por la ciudadanía como los responsables de la crisis, la corrupción y la injusticia social.
El régimen Juancarlista ha cambiando a lo largo de los años aquel lema de los cuarteles de “¡TODO POR LA PATRIA!” por el de “¡TODO POR LA PASTA!”. Los mercados mandan, y no hay soberanía que se les resista si la población de los estados son meros consumidores de productos manufacturados y papeletas electorales.
Felipe VI rey de España, Jefe del Estado y del mando supremo de las Fuerzas Armadas, podría pasar a la historia con el sobrenombre de “Felipe el Breve” si su reinado lo tienen que legitimar unas castas políticas y económicas que le niegan a sectores muy importante de la población temas tan fundamentales para la vida como la vivienda, el pan, el trabajo, la sanidad, y convierten la educación de calidad en un producto de lujo para los hijos e hijas de las élites. Sin olvidar que a las pequeñas y medianas empresas se les niega el pan y la sal de su desarrollo.
En este proceso histórico de amores, desengaños y traiciones, nos han quitado tanto que nos han quitado hasta el miedo. Por eso los ciudadanos y las ciudadanas han decidido no esperar, y han optado por una Revolución Democrática. Esa Regeneración Democrática la tiene que parir la ciudadanía, y el municipalismo es un buen terreno de juego para jugar esta partida. Después seguro que vendrán otros retos.
El peligro fundamental del proceso de democratización de nuestra sociedad, es posible que venga, más que desde las resistencias de los viejos actores políticos, de los sectores emergentes políticamente a los que el pragmatismo puede engullir. Y aquí entraría aquella otra canción de Krahe “Cuervo ingenuo”. (¡KRAHE PRESIDENTE, KRAHE PRESIDENTE!)
Pero esos miedos que son reales y objetivos, no pueden paralizar los procesos de convergencia social que están en marcha, que dicho sea de paso, no deben tener como objetivo estratégico la presentación de candidaturas electorales. No olvidemos que no queremos nuevas castas, sino el EMPODERAMIENTO DE LOS Y LAS CIUDADANAS. Ese debe ser el objetivo principal de los movimientos sociales y de la ciudadanía.
Un saludo desde Puerto Bayyana, al levante de Andalucía.

Marcos González Sedano.

lunes, 20 de octubre de 2014

Almería, un verso.




Barrio de Pescadería y la Chanca. Foto, MGS.

         Varada entre dos riberas

         ancla en tierra deambulas.

         Te niega la tarde el Sol

         y te corona la Luna.


         Sobre las piedras la Mar

         dibuja tu cintura.

         En un paño de seda

         con bordados de aceituna.


         No hay prisa en esta tierra

         donde los siglos descansan

         donde los niños son niños

         y les encanta la chanza.


         Aquí quiero dejar mi costado

         como quilla de un barco.

         Hundida entre la arena

         para morirme despacio.


         Aquí quiero escribir mi ultimo

                                               Verso.

         En el papel  de la ola

         que un día envolvió tu cuerpo.


        


         Puerto Bayyana, 20 de octubre de 2014.



         Marcos G sedano.

        

viernes, 3 de octubre de 2014

Samuel Negreda (VIII) Las Mascaras.(La Toma, II).




                   En el lugar en el que nunca llueve, aparecieron en el cielo las nubes.  Fue justo a la madrugada, en que un colectivo de
Paseo Marítimo de Almería y la Bahía. Foto, MGS.  
mujeres y hombres tomaban la Alcazaba. Eso era según Lola un  buen augurio. Así se lo comentaba a Pizocaro que se encontraba en el ordenador bicheando en la red.

         Negreda estaba repasando mentalmente la batalla ideológica que se había vivido en la ciudad antes de la ocupación de la fortaleza. Esa acción de fuerza venía dada por la situación de opresión que estaban ejerciendo contra los de abajo las castas de la ciudad. Unas castas nacidas  del régimen franquista y a la sombra de la constitución de 1978.

         A Samuel le fue imposible encontrar dentro de organizaciones revolucionarias en otros tiempos, un compromiso serio en las acciones
Dibujo de Negreda. José Almécija.
de rebeldía previstas. Eso significaba ir contra el Régimen andaluz y español y ellas también formaban parte de él.

         Lola llamó a Negreda:"¡Marinero, la hora!"

Samuel se acercó al ordenador. En ese momento el Sol salía por las Salinas de Cabo de Gata y las gaviotas como gatos esmallaos se dirigían al puerto.

         Julia, una ingeniera informática en paro, desde la Torre de los Espejos colgaba en las redes sociales el primer comunicado de los
Torre de los Espejos. Foto, MGS.
ocupantes del recinto. Al instante en los facebooks, las páginas web, whatsapps... empezaron a aparecer fotos de la Alcazaba de Almería. Unas máscaras de carnaval burlescas, de mil colores, se paseaban entre jardines, fuentes de agua y almenas. En algunas imágenes se veían los barcos en los atracaderos que llegaban de Oriente, África y Europa.

         Negreda, Lola, la Cubana y Pizocaro, se miraron. El baile había comenzado: Una parte de la ciudad se despertaba mientras otra ya, estaba en acción.

         Los teléfonos de los miembros de las castas sonaban en la urbe. La Toma les había sorprendido durmiendo y se llamaban entre ellos para saber que ocurría. Al mismo tiempo las primeras dotaciones de policía nacional y municipal llegaban al recinto amurallado. Los ocupantes antes de que fuera demasiado tarde para liberarlos, evacuaron por la puerta de poniente a los guardas jurados del monumento.

         Los vecinos de la zona fueron los primeros curiosos en acudir a la calle Almanzor, a los pies de la Alcazaba, a olisquear que pasaba y otros desde los terraos  saludaban a los enmascarados de las almenas.

         El oficial al mando de la Policía Nacional discutía con el responsable de la Policía Municipal sobre  de quién eran las
Mascara Carnavalesca, Almería.
competencias en el tema. Un borracho que iba de retirada y les vio en pleno debate les lanzó una frase lapidaria: "¡Así va España!" Como si de la orden de un superior se tratara, ambos se pusieron de acuerdo y el municipal cedió al nacional la voz. Este se dirigió a los ocupantes:"¿Quién es el responsable?" Sin que le diese tiempo de hablar a nadie el borracho respondió: "¡El PP y el PSOE!" Los mirones se echaron a reír a carcajadas y al oficial se le puso cara de póker y llamo a un agente: "García, retirad al Iñaqui Anasagasti que nos va a dar la mañana". El agente invitó al ciudadano ebrio a seguir su camino, este aceptó, pero antes de irse les lanzó a las autoridades otra sentencia: "Que os traigan bocadillos y unas cervecitas que en eso os va a ir pa rato". García le insistió: "¡Váyase usted a dormir por favor!"  Una vez superado el primer boicot el oficial continuó: "¿Quién es el responsable de ustedes?"


Mascara de Rebeca.
         Desde la muralla una voz de mujer con una máscara de bruja le respondió: "Este recinto es zona liberada de las castas y en el manda obedeciendo, el concejo municipal de Almería..."

 En ese instante el oficial fue alertado por García: "Castaño, nos comunican desde Interior que estamos saliendo en directo por Internet desde el momento que llegamos.-"Me cago en..." gruñó Castaño.

        

         Desde Puerto Bayyana, al levante de Andalucía.


         Marcos G. Sedano.