lunes, 24 de agosto de 2015

Empanada a la griega

 
Galiza. Foto, MGS
        Me ha pedido un amigo un artículo sobre el tema griego, aunque no me gusta escribir por encargo, este sería el octavo sobre lo mismo desde abril del año dos mil once hasta hoy.
        El tema griego es tan difícil como fácil. Podríamos decir que la cuestión se reduce a la lucha de clases dentro de un proceso imperial y no fallaríamos, pero  mi amigo me  llamaría boludo. Así que les ruego me permitan reflexionar en voz alta.
        Ya convenimos en algún momento que sobre Europa se está llevando por parte de las élites, las clases dominantes, un proceso de expropiación de los bienes comunes. O sea, se trata de robarnos hasta la ropa interior: sanidad, enseñanza, derechos laborales...resumiendo salario directo e indirecto. Y otros como: puertos, aeropuertos, loterías y apuestas del estado, pensiones, la Alhambra, ríos, mares, biodiversidad...y la propia vida de los hombres y mujeres que aquí vivimos.
        Se trata de eso, de apropiase del contenido y del continente Europeo, incluida Rusia, el Imperio lo necesita para sobrevivir o morirá.
        El Imperio está en estas,  dispuesto a repartir parte de la tarta con su guardia pretoriana en el lugar. Alemania, y Grecia es parte del pago.
        En otro plano, la República Helena, es la cobaya del experimento de la acumulación por desposesión en la UE. Los resultados que salgan de este, servirán como base   para los países de similares características, los estados del Sur, político y económico: Italia, España, Portugal e Irlanda.
        Así que estos días atrás cuando el gobierno de Syriza se ponía de acuerdo con la mayoría de la oposición parlamentaría en el traspaso de la riqueza de los griegos a la Troika, cuando entregaban los aeropuertos más importantes de las islas al capital alemán, nosotros también perdíamos la batalla de Atenas.
        Por estas y por otras al presidente griego, Tsipras, no se le puede ver como a un héroe,  cuando después de ganar un referéndum hace lo contrario de lo que dijo su pueblo. Hay datos suficientes para pensar que Tsipras o era un ingenuo o un Caballo de Troya de la Troika, elijan ustedes.
        Con la muerte de Syriza como alternativa inviable de los desposeídos se despejan muchas incertidumbres. La primera, que la Tercera Vía, la socialdemocracia de izquierdas, es un callejón sin salida o nos lleva al precipicio.
        Los que estemos de acuerdo en esto, podemos o no, pedirle a los compas que andaban por los caminos de Syriza que reconsideren su táctica y estrategia.
        Porque no hay posibilidad de salir del laberinto Imperial sin ruptura y eso se llama abandono del euro y de la UE y que paguen la deuda externa los que la han generado.
        Porque no hay posibilidad de salir de la trampa del nuevo Reich, sin  ser solidarios con los pueblos agredidos y sin crear espacios de solidaridad.
        Porque estamos en la deconstrucción de una izquierda europea que sólo puede ser antiimperialista y profundamente democrática.
        Porque vivimos la época de las clarificaciones, de la toma de posiciones con los de abajo, el pueblo, la mayoría...
        Porque esta crisis nos ofrece también a nosotros las posibilidades de crear un mundo más justo y humano en armonía con la naturaleza...
 
        Permítanme ustedes dejar el tema aquí y volver el próximo día con la segunda parte, el tema de Unidad Popular o ¿frente electoral? La tortilla española.
 
Marcos González Sedano. 
 
 

miércoles, 19 de agosto de 2015

¡Oh, Galicia!

¡Oh, Galicia!
dulce amante
de besos verdes
de sueños marineros
déjame entrar en tus puertos.


 
¡Oh, Galicia!
sobre sus piedras
este andaluz quisiera
mirar tus riberas.

 
¡Oh, Galiza!
bebo viño
en tus tabernas
para olvidar
a miñas coitas.



Para mis hermanas y hermanos Galegos.


 Desde Puerto Bayyana, al levante de Andalucía.
Marcos G. Sedano


 
 
 

Una de las mejores canciones de unos de los mejores grupos de música celta del mundo.
youtube.com


martes, 11 de agosto de 2015

Mortadelo y Filemón: Tácticas y estrategias

 
 
        ¿ Saben ustedes?..Mis padres eran campesinos sin tierra, desplazados a la ciudad. Mi barrio era muy humilde, fundamentalmente lo habitaban  obreros de la construcción en paro.  A pesar de la pobreza que existía, entre nosotros había una solidaridad impresionante. Ésta era tal, que mi padre y mi madre sacaban en las noches de verano el televisor a la calle para compartirlo con los vecinos que no tenían. Mi vecina Dolores Cortés, que tenía diez hijos, siempre echaba dos raciones más a la olla por si aparecía alguien a comer de improviso. Su marido, José Truebas, que era campesino, nos traía algo de la huerta : frutas, verduras...
        ¿Saben ustedes?..Yo aprendí a leer con los cómic.  En aquellos días estivales interminables en la Vega de Granada, mi hermano mayor y yo nos dedicábamos a jornadas maratonianas de lectura de "tebeos" del Capitán Trueno, Hazañas bélicas, Mortadelo y Filemón...Era la época en la que yo creía que las radios venían de la tienda con una manta incorporada, porque mi padre y mi hermano, por las noches, se ponían a escuchar "La Pirenaica" (una emisora prohibida por el asesino que nos gobernaba), con la cabeza tapada para que la Guardia Civil no los detectaran.
        ¿Saben ustedes?.. Un día mi hermano fue a la cárcel, tal vez porque leyendo al Capitán Trueno se aficionó a  Karl Marx  y a Lenin y empezó a escribir en las paredes: ¡Pan, trabajo y libertad!. Mientras él andaba en esas, a mis dieciséis años, me tocaba pedir su libertad y la del resto de los compañeros encarcelados, y me daba a correr delante de las fuerzas de represión del estado, que nunca detrás.
        ¿Saben ustedes?..Quiero hacer aquí un paréntesis en la narración. Yo en aquella época tenía, al igual que hoy, la afición a los cómic y a la poesía, cosa que no entendían algunos líderes obreros de mi barrio y que a mí me sorprendía. Aún hoy, sigo sin entenderlo.
        Bueno, como les  iba diciendo, aquellos años fueron de  represión programada desde las élites del franquismo y ejecutada  por  las cloacas del estado. Esa coerción con sus muertos incluidos, formó  parte de la primera Transición Borbónica.    
        Mientras aguantábamos las balas de goma y las de verdad, nos dimos a organizar sindicatos, partidos, grupos de teatro y musicales, organizaciones para la libertad de los derechos civiles...y entre reunión y manifestación practicábamos el sexo...poco, o mucho, según se mire. Además, estudiábamos, trabajábamos y tomábamos vino, cerveza...Nuestro objetivo era la eliminación de la explotación del hombre por el hombre y no escatimábamos esfuerzos.
        ¿Saben ustedes?..En aquella época también aparecieron los ilusionistas de masas. Su meta era la involución del proceso revolucionario, transformador y de carácter popular que habíamos iniciado. Uno de aquellos Hombres Blancos, que hablaban con lengua de serpiente, llegó a ser presidente del gobierno. Fue tal su habilidad que, con un lenguaje parecido al nuestro, a la vuelta de dos décadas había reconvertido el proceso de tal forma que el movimiento democrático quedó desarticulado y, de camino, le dio tiempo de privatizar hasta los sillines de las bicicletas de correos, entregando nuestros sectores industriales y estratégicos al Subimperio alemán.
        Así, sobre cientos de miles de muertos, millones de horas de cárcel, un sufrimiento humano incalculable y sobre la legalidad del Franquismo, se consolidó el Régimen. Todo ello, con la inestimable colaboración de la izquierda del sistema  que, como premio, se le dejó formar parte de la casta.
        ¿Saben ustedes?..Hasta hace poco los incondicionales de Astérix y Obélix, nos encontrábamos refugiados en aldeas, barrios...hasta que nos dimos cuenta de que era posible vencer al César Ibero, descendiente de la Galia y colaborador del Imperio, y decidimos ponernos manos a la obra.
Cabo de Gata. Toto, MGS.
         Aaahhh...! Si tuviésemos a Mortadelo y Filemón  con sus tácticas y estrategias, tal vez podríamos parar la segunda Transición, la que está adaptando el Estado Español a las nuevas necesidades del capital, pensamos.   Pero sólo contamos con la experiencia histórica acumulada y con un movimiento democrático emergente débil, que aprende al mismo tiempo que desaprende.
        ¿Saben ustedes?..Una cosa que hemos aprendido, después de la toma de Grecia, es que la socialdemocracia ya cumplió su función histórica, que es imprescindible la solidaridad de los pueblos y que Grecia es a España lo que Italia a Portugal e Irlanda.
        ¿ Saben ustedes?..A pesar de nuestros errores, aprendemos muy rápido. Tal vez, no tanto como nos gustaría, pero nuestros instrumentos, fundamentalmente organizativos, son débiles y en transformación continua. Aún así, ya sabemos que nos encontramos, entre otras cosas, en un proceso de rapiña sobre Europa, orquestado por el Imperio. Sabemos que se caracteriza por expropiar a la ciudadanía europea de los bienes comunes, acumulados a lo largo de su historia. Sabemos que esos bienes son tanto materiales como inmateriales, incluida la democracia. Ese robo que está llevando a cabo el Imperio, se convierte en un proceso de colonización moderno sobre los pueblos y naciones de la UE, donde los estados nación desaparecen,  para que los nuevos cónsules, hijos de la Troika, ordenen la vida económica, política y social de la ciudadanía.
       
        ¿Saben ustedes?..Por aprender, hemos aprendido que para una tarea de liberación de esta magnitud es imprescindible el compromiso del pueblo, la plebe, la mayoría, los de abajo o como ustedes quieran llamar al sujeto histórico que tiene que poner la energía liberadora. Por lo tanto, no puede haber tutela sobre el sujeto emancipador, el que rompe las cadenas.
 
Desde Puerto Bayyana, al levante de Andalucía.
 
Marcos González Sedano
       

domingo, 2 de agosto de 2015

Apuntes sobre la necesaria construcción de una fuerza popular






1. Tras las elecciones municipales y autonómicas la correlación de fuerzas sólo ha cambiado algo en lo institucional. La debilidad de la población en nuestras sociedades sigue siendo extrema. El capitalismo monopólico global genera posibilidades de movilidad del capital y de utilización de un ejército de reserva mundial que no para de crecer. El poder social de negociación en la arena laboral se resiente drásticamente de ello, mientras que el poder del empresariado crece sin cesar.  La capacidad tránsfuga del capital, el casi omnímodo poder de sus brazos transnacionales y sus grandes centros de comando globales, dejan pocas posibilidades de transformación social desde la gestión y administración públicas a escala estatal y micro-estatal.
2. Por otra parte, y sin ser contradictorio con lo anterior, el capitalismo seguirá su marcha degenerativa, cerrando cada vez más la opción reformista o la posibilidad de reformarle desde dentro. Es decir, que será cada vez más difícil desarrollar políticas neokeynesianas. Una re-regulación capitalista a escala regional es cada vez más difícil. A escala estatal es prácticamente imposible.
Esto desacreditará las opciones de gobierno de las coaliciones de las antiguas y nuevas izquierdas integradas en el orden capitalista.
Las viejas izquierdas integradas, que terminaron por subordinar la lucha social a la vía electoral, han perdido presencia y peso en favor de formaciones que buscan salirse del eje izquierda-derecha.
Pero la trayectoria de estas últimas se prevé corta ante la falta de posibilidades del reformismo. Además hay que contar con el sistemático boicot del capital (que puede darse en forma de “huelga de capitales”, falta de inversión, cierre del crédito, presión sobre la deuda, recrudecimientos de la ofensiva mediática, etc.; por eso es tan importante lo que está en juego en Grecia ahora mismo). Dicho de otra manera, aunque hubiera un corto periodo de “éxitos socialdemócratas” contra las políticas de austeridad llevadas a cabo hasta ahora, en breve esas formaciones sociopolíticas no podrán aplicar políticas reformadoras de calado, y al no hacerlo perderán credibilidad y legitimidad. Máxime si tenemos en cuenta que deben contar para ello en la mayoría de los lugares con el apoyo de una de las vertientes del Bipartido que instauró el Capital como mecanismo de relevo electoral: el PSOE.
Con poca implantación social organizada de base, con nula implicación sindical y laboral en general, y con escasísima experiencia de combate de clase, tampoco parece muy fácil que estas “nuevas izquierdas” puedan contribuir al empoderamiento social de las grandes mayorías ante la combinación de la ofensiva del Capital y la profundización de la crisis del capitalismo.
3. No hay que decir que frente a este panorama el Sistema siempre tiene a mano el golpe de timón fascista o parafascista, preparado para atraer hacia sí el descontento, desorientación y desánimo generalizados de las poblaciones.
4. De ahí la necesidad imperiosa de construir estructuras flexibles de articulación popular que abarquen los ámbitos de lo político, lo laboral, lo social y, en general, de lo común. Es decir, construir en, y unir sujetos de, las esferas de la Explotación y la Desposesión.
El modelo tipo sería la organización-movimiento con una estrategia rupturista a medio plazo. Lo que quiere decir que ha de estar preparada para el enfrentamiento anticapitalista, al que en breve conducirán los juegos de suma cero de un Sistema en franca degeneración.
En este sentido, sí nos unimos a las palabras del editor y miembros del Consejo de Redacción de sinpermiso sobre el panorama postelectoral:
“La crisis del bipartidismo y del estado de las autonomías es irreversible sin una reforma constitucional profunda. Pero el PP y el PSOE no cuentan ya con una mayoría institucional capaz de llevarla a cabo de forma controlada. El ascenso de Podemos y el éxito de las candidaturas de unidad popular bloquean por el momento un posible acuerdo post-electoral del PP y el PSOE, que produciría una rápida erosión de legitimidad de este último, después de perder más de un tercio de su electorado desde 2007. Pero la capacidad de condicionar en un frente de izquierdas al PSOE, obligando a su dirección a un giro de su política económica y social, exige un equilibrio de fuerzas más favorable a la izquierda agrupada en la unidad popular. Ello implica una serie de alianzas de las izquierdas alternativas, federalistas y soberanistas, que aúnen en su programa la defensa de los derechos sociales con el derecho de autodeterminación, como base de un nuevo pacto territorial y constitucional. No existe en este momento la correlación de fuerzas necesaria para abrir procesos constituyentes: se trata de construirla en la movilización social y electoral, cuyo primer eslabón táctico es la derrota del PP en las elecciones generales de este año. Pero para la acumulación de fuerzas es necesario un horizonte estratégico de la izquierda, voluntad unitaria y un método de participación democrática que aliente y estructure la movilización popular.
[…] Una verdadera “crisis de régimen nunca tiene un desenlace rápido. Ni fácil. Ni cómodo. Suelen ser procesos históricos prolongados, difíciles y peligrosos y aun infernales, en los que proliferan –como advirtió sabiamente el manoseado Gramsci hace muchos años— “monstruos” políticos de todo tipo: ¡también entre las propias filas! ” (en http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/edit26.pdf ). [El subrayado es nuestro].
5. En definitiva, urge la creación de candidaturas de Unidad Popular como primer movimiento táctico de cara a la siguiente cita electoral, ante todo con las entidades políticas que ya nacen “abiertas” a la inclusión popular, y que se han ido conformando en torno a la dinámica electoral municipal y, en algunos casos, autonómica.
Pero no basta con ello. Urge además comenzar la construcción de una Fuerza Popular (integrada por muchas fuerzas populares) como movimiento estratégico que aspire a revertir la profunda correlación de fuerzas sociales (más allá del campo electoral) de cara a la soberanía popular.
Para ello es necesario también levantar organizaciones que contemplen esos objetivos en distintos territorios, ámbitos de acción y campos de lucha, para coaligarse entre sí. Organizaciones que alberguen además una marcada proyección internacionalista, es decir, con intención de coaligarse también más allá del Estado (en nuestro caso, imprescindiblemente a escala europea).

Andrés Piqueras y Marcos González Sedano. En construcción. Unidad Popular