25 de Junio de 2015
Marcos González Sedano
Permítanme ustedes que empiece por el final.
No se trata de refundar el capitalismo, sino de terminar con él, o él terminará con la Humanidad.
Las estrategias se programan y después se van ajustando a
las coyunturas. Sin lugar a dudas, la Ley Mordaza es una ley de
acompañamiento. En este caso, los legisladores, viendo las consecuencias
que pueden traer las medidas antisociales que están tomando han
preparado unas normas de represión de masas.
Hace apenas ocho años era impensable creer que en el
Estado Español se producirían cientos de miles de desahucios, que los
suicidios por razones económicas se triplicarían, que se les bajarían
los salarios a los trabajadores y trabajadoras, que se aumentaría la
edad de jubilación, que se ampliarían las bases militares de Rota y de
Morón, que se condenaría a millones de trabajadores al desempleo de
larga duración y que la pobreza se elevaría a los niveles pre
democráticos.
Los que nos han traído hasta aquí no son los mismos, pero
ladran igual. Lo que empezó el PSOE lo está terminando el PP y los
parlamentos están sirviendo de coartada democrática, para facilitar la
acumulación de capital. En estos momentos, mientras una mayoría social
se empobrece, el número de ricos aumenta y además son más ricos. Para
robarnos, aunque parezca mentira, las élites están utilizando
instrumentos que ya usaron en otras épocas en los países de la periferia
como fue la deuda externa, que se convirtió en eterna y odiosa y que ya
se demostró no fueron los pueblos empobrecidos los que las generaron
sino las elites de sus países en connivencia con el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial. La MEMORIA HISTORICA es indispensable
para saber de dónde venimos y a dónde pretenden llevarnos.
En los países de la periferia, cuando los pueblos se
resistieron a la esquilmación de sus recursos, se les implantaron
dictaduras militares o parlamentos títeres al servicio del Imperio, que
legislaban o ejecutaban medidas de represión de corte fascista
para facilitar el robo. No estamos nosotros tan lejos de aquello, baste
recordar aquella llamada de madrugada a Rodríguez Zapatero por parte
del presidente de los EE.UU. o de la Señora Merkel, como si España fuera
una colonia alemana o Imperial ordenándole aceptara las medidas que le
plateaban las grandes empresas (recortes salariales y aumento de la edad
de jubilación) que él cumplió, y se materializaron aun más en la
contrarreforma laboral legislada por el PP y por supuesto en esta Ley
Mordaza.
El bipartidismo imperfecto que facilita la ley electoral
antidemocrática, aunque legal, fruto de la constitución
democrático/franquista de 1978 y la simbiosis PP/PSOE, que anteponen sus
intereses de grupo a los de la ciudadanía y que además cuenta con el
beneplácito Imperial, hace muy difícil una mayoría parlamentaria
democrática y una salida justa socialmente a la llamada crisis o
coartada para la acumulación por desposesión.
La tutela de las masas, la falta de claridad y programa
político, de calado ideológico transformador, puede tener como resultado
un mayor número de parlamentarios, pero no traerá mayores cuotas de
libertad y de conciencia colectiva a la ciudadanía, que es o debe ser la
soberana del proceso que vivimos. Si la Ley Mordaza está hecha para
facilitar las condiciones del robo generalizado en el que nos
encontramos, si existe un proceso de resistencia a la depauperación de
nuestra sociedad, si se va a necesitar la movilización de millones de
ciudadanos para parar las medidas de las élites, la ciudadanía, el
pueblo o la mayoría social, como ustedes gusten llamar, deben de ser
conscientes de donde se está y a donde vamos.
La verdad nos hará libres si sabemos luchar por ella. El
día 26 de junio nos veremos en las calles y plazas por la libertad y
contra la injusticia y el expolio que sufrimos.