Mi querido
hermano, Ibn Hazm:
Que el
polvo de las estrellas que desprende la noche sea el rocío de tu huerto, que
los pétalos de azahar perfumen tu alberca, que la tórtola despierte tu corazón
cada mañana y que mis ojos puedan durante largos años compartir contigo los
placeres de la vida.
El Nido (M. G. Sedano) |
Mi querido
hermano, en la carta que me mandas sigo viendo entre las líneas los miedos que
te acompañan. Pero también aprecio que la balanza de la ilusión y la esperanza
van ganando peso. Voy viendo en ti a aquél poeta, Ib Hazm de Córdoba, que nos
decía: “Yo soy empero tierra durísima,
pedernal puro, del todo remisa a los esquejes, insumisa, si bien aquella planta
que en mi arraiga ya no tenga-en primavera-cuidado de las lluvias”. Nosotros
vamos construyendo y deconstruyendo nuestro tiempo con las baretas de mimbre que nos da la vida.
La cesta que tejemos hoy puede romperse mañana y no por ello, ha de andar la
fruta por el suelo.
Hermano, me pides que te mande el
perfume de Sevilla y sería imposible meterlo en una carta. Ni siquiera la
biblioteca de Alejandría tendría espacio suficiente para depositar la
descripción: Híspalis en Abril, es la fuente de donde emanan las esencias de la
vida. Isbiliya, en sí, es el perfume en primavera, que es esparcido sobre las
aguas del Gran Río a nuestros corazones.
Hermano, me pides que te mande el
perfume de Sevilla y aquí, en nuestra casa, las esencias están en sus
moradores, en lo que laboran y en la plasticidad de lo que crean. Pareciera que
estas mujeres y hombres de la luz, fueran hierbas nobles del monte que tienen
el don de perfumar nuestros caminos sin pasar por el alambique.
Mi querido hermano, en estos
tiempos de olores y durante unas semanas, el hambre y la miseria que recorren
los pueblos y la ciudad, es menos hambre y menos miseria. La Semana Santa da
paso a la Feria de Abril y a las primeras faenas del campo. Los jornaleros de
todos los oficios tienen la oportunidad de ganar unas monedas y así paliar las
fatigas. Después, volverán como en aquella peste Bíblica, casa por casa,
recorriendo toda Andalucía el paro y la frustración. Y pasarán de largo en los
cortijos y mansiones de los de arriba, esa casta que ha sabido medrar y vivir
en la opulencia, como un hongo lo hace sobre el estiércol. Cuánta amargura
podemos concentrar al contemplar y ser conscientes, que este pueblo de esclavos
podría serlo de seres libres.
Mi querido hermano Ibn Hazm, sin
querer abusar del amor que nos tienes, te pedimos que nos visites pronto, se
acerca el día de tu nacimiento y hay una botella de vino para celebrarlo.
Un beso, Juan de Mairena.
(Marcos G. Sedano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario