Este artículo ya es viejo, y por viejo pensé que estaba vigente. Juzguen ustedes.
Si en ésta sociedad líquida
que nos han creado, no hay
espacio para los débiles,
sólo sobrevivirán los muertos.
El Estado nacional o
supranacional ejerce su poder sobre la sociedad. Se va regenerando así mismo.
Dirigido por los de arriba, que van utilizando las diferentes crisis,
especialmente las sistémicas, para avanzare más rápido en la concentración del
poder.
En
ese proceso mueren unas castas y nacen otras. El sistema va mutando el régimen
donde se reproducía, para seguir reproduciéndose. Identificar en esos momentos
el proceso químico/social que se produce, sus debilidades y fortalezas, es sumamente importante para saber si existen
posibilidades de espacios desde donde abortar el proceso o hacer que el coste
del parto sea tal, que el sistema no tenga más remedio que compartir espacios
de poder: sociales, políticos, económicos…con la parte de la sociedad que
cuestiona la propia existencia del Estado. La tendencia del Estado siempre va a
ser la de garantizar su supervivencia, aunque para ello tenga que mutilarse.
El
régimen en el que vivimos en el estado español es el heredero del anterior, fruto
de una transición plasmada en la constitución de 1978. La misma que garantizaba
formalmente la continuidad del sistema, y la creación de nuevas castas, que ejercerían
de guardia pretoriana: partidos, sindicatos, grupos de presión, la monarquía…Eran
la élite de ese ejercito, el mismo que cada vez es más cuestionado por la
sociedad. En ésta situación es impensable que el Estado no este trabajando para
una nueva mutación, un cambio de régimen.
La Charanga Constituyente (Marcos G. Sedano) |
Agotado
el pacto social de 1978 y amortizadas las castas surgidas en aquél proceso
histórico, es inevitable la entrada de nuevos actores. Por una parte los
invitados por el propio Estado y por la otra, los que han llegado como
respuesta de los de abajo.
Pero
como en todo proceso social, lo viejo convivirá con lo nuevo y posiblemente, lo viejo deje parte de sus genes en el nuevo
cuerpo.
¿Quiénes
son los actores nuevos que llegan?¿Qué posibilidades tienen de quedarse? ¿Qué
va a hacer el Estado con ellos? ¿Qué elementos químicos existen para determinar
el nuevo régimen? ¿Qué posibilidades de convertirse en un híbrido “útil” tiene
lo viejo? Esas son algunas incógnitas a despejar.
Nosotros,
los de abajo, a pesar del pesimismo al que nos podamos ver inducidos, hemos
conseguido avanzar más en tres años que en los últimos treinta y cinco. Estamos
determinadando, y todo ello en continuo movimiento, nuestras formas de
organización y relación. Vamos diseñando, ya en la práctica, el modelo de
sociedad que queremos, y empezado a hablar y actuar en la toma de espacios de
poder. Hoy teorizamos y organizamos acciones encaminadas a un nuevo contrato
social, el de los de abajo, con los de abajo, que podría empezar en Andalucía y
terminar en el universo de este planeta. Nada está cerrado, todo está abierto. La
historia nos ofrece la posibilidad de cambiar lo existente, por un mundo más
justo y humano y ahí, los más débiles, los más sensibles, tenemos mucho que decir;
los demás están muertos.
Marcos G. Sedano
Qué profunda filosofía encierran esos versos, Eros contra Tanatos una vez más. También los débiles hemos de encontrar nuestro espacio ahora, los débiles también. mar-i-luz
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