martes, 27 de octubre de 2015

Rueda Marinera


En los espejuelos de sus ojos
La Mar turquesa dejaba reflejos
La niña recogía perlas marinas...
Y las ponía junto a las plumas

Que como hojas, soltaban las gaviotas.

La Mar atrapada con los dedos
Dejaba sobre sus manos
Espuma blanca de besos
Era un juego marinero
Entre la Mar, la niña y el cielo.

Así pasaba las mañanas
La niña, la Mar y el cielo
Sin prisa en esas ruedas
Esperando la luz de las barquillas
Que traían en las redes el otoño

La niña no quiso dejar de ser niña
Ni el cielo, cielo.
Y la Mar siempre Mar.
La niña enrolada en un barco
Navegó en primavera

Atracó en verano
Se aprovisionó en otoño
Y cuando llegó el invierno
La niña, la Mar y el cielo
Se encontraron, en un juego marinero.

Desde Puerto Bayyana, al levante de Andalucía y al Norte de África
Marcos G Sedano

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